COLORTERAPIA O CROMOTERAPIA
Una Terapia Sensorial que utiliza los colores para mejorar la salud y el bienestar
La cromoterapia o terapia con colores es una terapia sensorial que explica cómo nos influyen los colores, cómo afectan el ánimo y cómo emplear los colores en psicoterapias para mejorar la salud y el bienestar.
¿Qué es la cromoterapia como terapia sensorial?
El sol emite diversos tipos de radiación electromagnética, cada uno caracterizado por una longitud de onda diferente; algunos tipos son perceptibles para el ojo humano en forma de luz natural. Cuando esa luz se descompone con prismas o filtros en las distintas radiaciones que la constituyen, el ojo percibe cada una como un color determinado.
Entre los rayos solares invisibles están los infrarrojos, los ultravioleta y los rayos X. No obstante, el cuerpo es sensible a ellos, y puede reaccionar de manera benéfica o adversa. Los rayos ultravioleta, por ejemplo, le permiten elaborar vitaminas esenciales (particularmente la D), pero en exceso pueden causar quemaduras graves e incluso cáncer de piel.
Los rayos visibles también influyen en las personas, tanto de manera física como psicológica. Se sabe que la luz roja acelera la circulación y eleva la presión arterial, mientras que la luz azul ejerce una influencia calmante; los efectos son los mismos aun si se vendan los ojos del paciente o si éste es ciego.
El color puede afectar a la disposición de ánimo, la percepción de la temperatura y del tiempo, y la capacidad para concentrarse. En algunas clínicas de salud mental, salas de recuperación de hospitales, celdas de prisión y centros de trabajo, se recurre cada vez más al color para estimular las respuestas deseables de las personas. La aplicación del color con esos fines se denomina cromoterapia.
Algunos cromoterapeutas atribuyen aún más importancia a los efectos del color, y creen que ciertos padecimientos pueden curarse variando la cantidad de luz de determinado color que se irradia al cuerpo. Según los partidarios de esta teoría, cuando el cuerpo se expone a la luz, absorbe en cierta medida sus diversos componentes electromagnéticos y luego emite un resplandor invisible, también electromagnético, denominado aura. Se cree que la Fotografía de Kirlian puede registrar el aura, y que ésta adopta un patrón de vibraciones que el terapeuta experimentado puede captar.
Utilidad de la cromoterapia para la salud y el bienestar.
Se dice que una persona que no goza de buena salud emite un patrón de vibraciones desequilibrado, y la tarea del terapeuta consiste en restablecer el equilibrio, para lo cual prescribe el uso de luces, alimentos y ambientes de ciertos colores. Según se cree, dichos colores actúan a través del sistema nervioso estimulando la secreción de las hormonas que regulan el equilibrio químico y energético del cuerpo.
Los cromoterapeutas tratan toda clase de trastornos, lo mismo mentales y emocionales que fisiológicos, pero insisten en que su tratamiento es complementario y no sustitutivo del que brinda la medicina alopática. Para los padecimientos debidamente diagnosticados y tratados por un médico, la cromoterapia constituye un medio adicional de promover el bienestar del paciente. Al decir de los terapeutas, algunas personas aquejadas de migraña, eccema, asma, inflamación, dolores reumáticos, artritis, insomnio, estrés, hipertensión, depresión y falta de energía se han beneficiado en alguna medida con el tratamiento.
¿Cómo es una consulta de terapia con color?
La cromoterapia se encuentra apenas en sus comienzos, y todavía no se ha difundido hasta el grado de constituir una disciplina terapéutica independiente, Sin embargo, es posible que algunos terapeutas la apliquen como parte de un tratamiento más amplio.
El diagnóstico ocupa buena parte de la primera consulta, y puede durar más de una hora. El terapeuta hace preguntas sobre la historia clínica, el tren de vida, la dieta y los colores predilectos del paciente, y examina su piel. Una vez registrados esos datos, los terapeutas experimentados, según se dice, recurren a la percepción extrasensorial para entrar en sintonía con el campo electromagnético del paciente y evaluar sus desequilibrios.
Como auxiliar para determinar el tratamiento, es posible que el terapeuta utilice un péndulo o golpetee la columna vertebral del paciente al tiempo que se concentra en su estado de salud, con lo que supuestamente capta vibraciones de diversas vértebras, las cuales le indican dónde se localiza el desequilibrio. Cada vértebra se relaciona con un órgano o parte del cuerpo, así como con uno de los ocho colores del espectro, que se van repitiendo en el mismo orden a lo largo de la columna vertebral, si bien su intensidad va en aumento desde el cuello hasta el coxis.
De este modo, el terapeuta elabora una carta vertebral detallada, y con base en ella explica al paciente qué colores se han de utilizar en el tratamiento y por qué. Por regla general éste consta de siete sesiones, una vez por semana, durante las cuales se expone al paciente a luces de colores emitidas por un instrumento especial dotado de aberturas de diversas formas. Se emplea un color principal y su complementario; los pares así constituidos son rojo y turquesa, anaranjado y azul, amarillo y violeta, verde y magenta.
En el curso de una sesión, el instrumento emite el color principal durante lapsos crecientes, y el complementario durante lapsos decrecientes, según un ritmo irregular cuidadosamente planeado, pues se dice que los ritmos regulares pronto pierden su eficacia.
Algunos terapeutas prefieren dirigir los colores a determinadas partes y no a la totalidad del cuerpo. A medida que avanza el tratamiento, se va variando el tipo o la intensidad de los colores para adecuarlos a los cambios que muestre el paciente. Como refuerzo de la terapia puede usarse música o cierta escala de notas.
El terapeuta indica también de qué colores conviene que sea la ropa que usa el paciente, el ambiente en que vive y los alimentos que come. Además, adiestra al paciente para que visualice los colores empleados en el tratamiento.
El punto de vista ortodoxo sobre la terapia sensorial con colores o cromoterapia.
Pocos médicos ponen en duda el hecho de que el color afecta al estado de ánimo y a veces al comportamiento. Los psicólogos saben que las preferencias de color pueden revelar rasgos de personalidad, y los psicólogos del trabajo, en particular, recurren a veces al color para modificar el ambiente laboral.
Sin embargo, aunque los médicos saben que las radiaciones invisibles influyen de diversas maneras en el cuerpo, no existen pruebas científicas de que el color tenga efectos específicos sobre las enfermedades. No obstante, tampoco hay pruebas de lo contrario ni de que haga daño.