FIEBRE
Consejos Terapéuticos
¿Qué es la fiebre?
La fiebre es un síntoma muy común de diversas infecciones y una defensa del organismo contra ellas y se puede tratar con terapias y medicinas naturales, otras terapias alternativas y consejos terapéuticos.
La fiebre no es una enfermedad en sí, sino un síntoma muy común de diversas infecciones y una defensa del organismo contra ellas. En el curso de muchas enfermedades propias de la infancia, como las paperas, la varicela y el sarampión, la fiebre puede subir hasta 40°C; en los adultos no suele ser tan alta.
La temperatura normal del cuerpo es casi siempre de 37°C, pero en algunas personas puede tener hasta seis décimas más o menos sin que ello indique trastorno alguno. Sólo se considera que hay fiebre cuando la temperatura oral asciende a más de 37,6°C o la rectal a más de 38°C.
Entre las personas de edad avanzada puede darse el caso de que una infección no provoque fiebre, lo que indica una disminución de la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.
Si la fiebre se presenta en accesos y se acompaña de un estremecimiento intenso y tiritar de dientes, hay que buscar atención médica de urgencia, pues pudiera tratarse de pulmonía, pielonefritis o paludismo. Lo mismo se aplica en el caso de las convulsiones febriles, ataques espasmódicos ocasionados por una fiebre alta o prolongada, casi siempre en niños menores de cinco años.
Consejos de Herbología como medicina natural para la fiebre
Entre las diversas tisanas que los herbolarios recomiendan para bajar la fiebre están las siguientes:
Corteza de sauce. Es un remedio que se ha empleado desde la Antigüedad. La tisana se prepara hirviendo la corteza interna en agua, y se toma en cantidades generosas. Su eficacia se debe a que contiene salicina, un glucósido de propiedades semejantes a las de la aspirina.
Eupatorio. Es otro remedio tradicional; hay que hervir una o dos cucharaditas de la hierba seca en una taza de agua, de 10 a 15 minutos, y beber la infusión cada media hora hasta que pase la fiebre.
Los herbolarios consideran que la fiebre es un proceso benéfico en que el cuerpo “quema” los desechos tóxicos. Además, la sudoración profusa se interpreta como señal de que las sustancias indeseables se están eliminando. Por consiguiente, el objetivo del tratamiento no siempre consiste en suprimir la fiebre.
Se utilizan varios preparados, según la intensidad de la fiebre y la etapa en que se encuentre. Además de los remedios mencionados, es posible que se prescriba una infusión, decocción o tintura de borraja, manzanilla, eucalipto o maravilla.
Consejos de Naturopatía para el tratamiento de la fiebre
En opinión de muchos naturópatas, la fiebre es una especie de crisis curativa en que las defensas del organismo entran en acción para erradicar las infecciones. Recomiendan evitar los alimentos sólidos y tomar diariamente de cuatro a seis vasos de zumos de verduras frescas, sin endulzar.
Si la fiebre provoca debilidad pero no quita el apetito, se prescriben caldos mixtos de verduras. Una vez pasado el estado febril, cuando el apetito vuelve a la normalidad, hay que reanudar poco a poco la dieta normal, comenzando por yogur de bacilos vivos y fruta fresca.
Para bajar una fiebre alta en un niño menor de cinco años, hay que pasarle una esponja con agua templada por la cara, el cuello y las extremidades, sin descubrirle el torso para no provocarle escalofríos.
Para los niños mayores y los adultos se recomienda aplicar compresas templadas en el pecho o en el abdomen durante tres horas o, en caso necesario, toda la noche; para no mojar la cama, las compresas pueden cubrirse con una toalla seca. Otra posibilidad es aplicar con frecuencia compresas frías en la frente.
Consejos de Homeopatía como terapia alternativa para la fiebre
Para la primera etapa de una fiebre acompañada de inquietud y una sed que se agudiza después de medianoche se prescribe Aconitum; Belladonna si se tiene la sensación de estar ardiendo, con cara sonrojada y caliente, y pupilas dilatadas; Bryonia cuando la fiebre causa sequedad de boca, irritabilidad y accesos de sed insaciable con intervalos prolongados; Pulsatilla para los niños que se muestran inquietos y llorones, y que buscan atención constante; Nux vomica si el enfermo está hipersensible y con frío; Mercurius solubilis para la salivación excesiva acompañada de mal aliento, y Gel-semium si no hay sed, a la fiebre se suman dolor de cabeza y escalofríos que recorren la espalda, los síntomas empeoran al menor movimiento, se experimenta pesadez en los párpados y las extremidades y se tiene la necesidad de estar a oscuras y en silencio.
Consejos de Sales Tisulares como tratamiento para la fiebre
El fosfato de hierro se utiliza cuando hay taquicardia, rubor, escalofrío y vómito o indigestión; hay que tomarlo cada media hora hasta que ceda la fiebre. Las fiebres complicadas con trastornos nerviosos y debilidad general se tratan con fosfato de potasio.
Consejo Clínico Ortodoxo para la fiebre
Los médicos coinciden en que la fiebre es una reacción benéfica del organismo, siempre y cuando no sobrepase ciertos límites; de lo contrario, hay que bajarla con algún antipirético (preferentemente acetaminofén si se trata de una infección viral en un niño menor de 15 años, pues el uso de la aspirina en tales casos ha conducido a un tipo de encefalitis conocido como síndrome de Reye).
Hay que insistir en que la fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma cuya causa debe averiguarse y tratarse (en caso de infección bacteriana, con antibióticos).
Mientras tanto, conviene guardar cama, mantener la habitación fresca pero sin corrientes de aire y beber líquidos en abundancia.