Malestares

DOLOR DE ESPALDA 

Consejos Terapéuticos

¿Qué es el dolor de espalda?

El dolor de espalda es una de las afecciones más comunes que puede ser causada por un esguince muscular, una articulación desgastada o la compresión de un nervio espinal y puede tratarse con terapias y medicinas naturales, otras terapias alternativas y consejos terapéuticos.



Se calcula que unas 80 de cada 100 personas sufren dolor de espalda en algún momento de sus vidas, y que muchos millones de horas de trabajo productivo se pierden cada año a consecuencia de este hecho, más tiempo del que se desperdicia debido a otras causas. El dolor de espalda es también el motivo que obliga a muchas personas a recurrir a la medicina alternativa. Por fortuna, dicho dolor rara vez se prolonga más de unos cuantos días o semanas; si persiste más tiempo, hay que consultar al médico sin tardanza pues puede ser señal de un trastorno grave. Los practicantes de las terapias naturales consideran que el dolor de espalda a menudo se debe a lesiones y malas posturas corporales, así que aconsejan practicar ejercicios correctivos para aliviarlo.

El dolor de espalda suele tener una causa física concreta, como un esguince muscular, una articulación desgastada o la compresión de un nervio espinal. Además, puede ser recurrente y no ceder con analgésicos como la aspirina y el acetaminofén, relajantes musculares ni con medicamentos antiinflamatorios como los esteroides.

Paradójicamente, hay remedios sencillos para calmar el dolor de espalda, como colocar una bolsa con agua caliente o con cubos de hielo picado en la zona dolorida. En este último caso, hay que aplicar el hielo inmediatamente después de la lesión para evitar que los tejidos se inflamen, y al cabo de unos días conviene alternar este tratamiento con la aplicación de agua caliente.

La acupuntura, el masaje, la técnica de Alexander, la osteopatía y la quiropráctica son otros recursos manipulativos no ortodoxos que se emplean para aliviar el dolor de espalda. Estas disciplinas permiten además que la persona participe en su propio proceso curativo.
Pero antes de someterse a cualquier terapia alternativa hay que consultar al médico, ya que el dolor puede ser síntoma de algún trastorno que requiera tratamiento de urgencia. Muchos médicos no se oponen al empleo de las terapias naturales para combatir el dolor de espalda, a condición de que éste no sea grave y de que el tratamiento alopático no haya dado resultado.

Por otro lado, aunque el dolor de espalda suele tener origen fisiológico, no deben descartarse los factores psicológicos como posibles causas, en particular el estrés, la ansiedad y la tensión muscular.
El dolor suele aparecer en la parte baja de la espalda, y en algunos casos es síntoma de ciática. Cuando se manifiesta en forma repentina puede ser señal de hernia de disco, distensión muscular o desgarre de ligamentos; también puede aparecer al practicar deportes vigorosos, levantar objetos pesados o sencillamente al hacer un movimiento forzado o brusco. El dolor de espalda continuo o recurrente (crónico) por lo común se debe a una mala postura al sentarse, pararse y caminar. Dormir en una posición incómoda o en el colchón inadecuado a menudo agrava más el problema.

Desde que los más remotos antepasados del hombre aprendieron a caminar erectos, la raza humana se ha visto condenada a luchar contra el dolor de espalda. El paso de varios millones de años no ha bastado para la completa adaptación de una columna vertebral destinada en principio a la locomoción a cuatro patas y el hombre actual debe soportar un mayor peso, sobre todo a nivel del cuello y de la región inferior de la espalda, zonas en las que las vértebras carecen de protección de la cala torácica, y donde con mayor frecuencia e intensidad aparece el dolor de espalda. La mejor prevención consistirá en adoptar una postura adecuada en todo momento.

Hay personas que llegan a sentirse agobiadas al no encontrar alivio a su dolor de espalda en la medicina alopática. Las terapias naturales son buena opción en tales casos, pues proporcionan alivio inmediato y evitan tener que guardar cama.

Consejos de Osteopatía como terapia alternativa para el dolor de espalda

El tratamiento puede consistir en presionar y amasar cuidadosamente las fibras musculares situadas a ambos lados de la columna vertebral. Para aliviar un dolor agudo en ocasiones basta con una sesión de terapia, pero para eliminar afecciones arraigadas como una hernia de disco pueden requerirse seis o más sesiones. Si el osteópata considera que el masaje es arriesgado o que el dolor pudiera deberse a una enfermedad grave, remitirá al paciente a un médico.

Consejos de Masaje como tratamiento para el dolor de espalda

Suelen ser más suaves que las que aplican los osteópatas y los quiroprácticos y proporcionan un alivio duradero en casos de dolor por esfuerzo ocupacional tensión postural y fatiga muscular el objetivo es relajar los músculos y así aliviar y prevenir la reaparición del dolor. El masaje no es eficaz para corregir ciertos trastornos estructurales de la espalda, pero sí para aliviar el lumbago y la tensión muscular crónica. Estas técnicas se aprenden con facilidad y pueden practicarse en casa.

Consejos de Acupuntura como terapia natural para el dolor de espalda

La inserción de agujas es muy eficaz para aliviar el dolor de espalda, sobre todo cuando éste es intenso y no permite emplear otros tratamientos; por ejemplo, ayuda a eliminar los espasmos musculares que impiden recurrir al masaje y a otras técnicas de frotamiento.

Consejos de Terapia Postural para el dolor de espalda

Mediante la técnica correctiva de Alexander se aprende a usar y mover el cuerpo en forma natural para prevenir y aliviar el dolor de espalda. Los practicantes de esta técnica afirman que casi todos tenemos algún defecto postural que puede rectificarse estudiando cómo nos movemos, permanecemos erguidos y sentamos. Las malas posturas al sentarse pueden corregirse ayudando a la persona a colocarse de modo que su espalda y su cuello tengan lo curvatura adecuada.

Consejos de prevención para el dolor de espalda

Muchas personas aquejadas de dolor de espalda ignoran que su problema reaparece una y otra vez porque no saben cómo cuidarse. Cualquier actividad física, desde correr para alcanzar un autobús hasta estornudar, puede afectar a la espalda, y ciertas faenas pesadas como podar el césped y cargar bolsas pueden provocar un dolor intenso y a veces permanente. En muchos casos este síntoma puede aliviarse descansando y con un tratamiento sencillo como aplicarse calor en la zona afectada; sin embargo, es preferible prevenir el dolor adoptando las siguientes precauciones.

Traslado de objetos pesados y evitar el dolor de espalda

• Incorrecto. Muchas personas acostumbran guardar sus compras en una o dos bolsas grandes para llevarlas a casa con una sola mano. Esto es un error, pues el cuerpo tiende a ladearse y la columna vertebral tiene que soportar demasiada tensión.
• Correcto. Hay que distribuir bien el peso de las compras en dos bolsas y llevar una en cada mano. No dude en bajar las bolsas al suelo y descansar si es necesario.

Sentarse para leer o conducir y evitar el dolor de espalda

• Incorrecto. No adopte una postura desgarbada al sentarse, ya sea para leer o conducir un vehículo; dicha posición resulta cómoda pero fuerza los músculos de la espalda.
• Correcto. Elija una silla que dé soporte a la parte baja de la espalda, y no se siente en las muy mullidas o que tengan forma cóncava. Al leer hay que enderezar el torso y sostener el libro a la altura del diafragma.

Al arreglar el jardín y evitar el dolor de espalda

• Incorrecto. No es aconsejable agacharse para recoger las herramientas ni para arrancar las malezas; esto acción es causa frecuente de rigidez y dolor de espalda.
• Correcto. Arrodíllese y extienda los brazos para acercarse a las plantas, ya sea para podarlas o arrancarlas.

Levantar objetos sin asas y evitar el dolor de espalda

• Incorrecto. Nunca hay que agacharse para alzar un objeto pesado que no tenga asas; hacerlo así predispone a sufrir un desgarramiento muscular y el consecuente dolor de espalda.
• Correcto. Para levantar el objeto, acuclíllese junto a él y separe los pies unos 30 cm; al comenzar a hacer el esfuerzo hay que usar los músculos de los brazos y las piernas, no los de la cintura.