Metales Tóxicos y sus consecuencias. Parte I

Dermatitis atópica y psoriasis

Por el  Dr. Marcos Mazzuka.

 

La dermatitis atópica se manifiesta en la piel como enrojecimiento, "ronchas" y / o sequedad que pueden resultar muy molestas pues escuecen y producir picor, y hasta dolor pues pueden agrietarse. Pueden llegar a suponer una limitación en el día a día de quien la padece.

Es un tipo de reacción alérgica muy común y cada día se ve más frecuentemente en las consultas de dermatólogos y pediatras.

 

 

La razón no es otra que la mayor exposición a metales pesados ​​y sustancias químicas en nuestra vida diaria.

El metal que se ha relacionado en mayor medida con la dermatitis es el NÍQUEL, metal que también se encuentra presente en los procesos de psoriasis. La Psoriasis podría definirse como el siguiente nivel de la dermatitis debido a que ya se ha activado el sistema de defensa y ha provocado una enfermedad autoinmune.

Seguramente todos conocemos a alguna persona que los pendientes le provocan inflamación o rojez en el lóbulo de la oreja, esto se debe a una alergia al oro, plata y platino y sobre todo al níquel que puede figurar en menor o mayor medida en aleaciones y piezas de bisutería.

 

El níquel es un metal muy utilizado en la industria para endurecer y hacer más resistentes otros metales, por lo que está muy presente en nuestra vida cotidiana.

Lo encontramos en joyas y bisutería, monturas de gafas, monedas, aleaciones de empastes dentales (amalgamas), cubiertos, sartenes, ollas, etc.

Existe un niquel adherido a alimentos como el caso de los cereales (maíz, avena, trigo), y semillas (cacao, soja) entre otros, por lo que es un potencial enemigo oculto.

 

Los tóxicos se acumulan en nuestro organismo de manera lenta y progresiva, dependiendo de dos variables:

 

  • La cantidad del tóxico en el utensilio o alimento
  • La capacidad de nuestro cuerpo de eliminarlo

 

Esta última dependencia del gen MTHFR que puede no tener mutación o estar mutado de forma parcial o casi total.

Nuestra tolerancia tendrá como consecuencia que la enfermedad se manifieste tempranamente o muy tardíamente, pero al final aparezca.

 

Otras patologías pueden asociarse con una exposición prolongada al níquel: problemas alérgicos de toda índole, rino-sinusitis, asma, eccemas de diversa magnitud. También patologías cardíacas y cáncer de pulmón, aunque son menos comunes

 

¿Se puede hacer algo? ¡Por supuesto! Se pueden recuperar en su totalidad a los pacientes con la oportuna TERAPIA DE QUELACIÓN.

Una forma de conocer los niveles de tóxicos en el organismo es mediante un MINERALOGRAMA de cabello y un TEST DE ALERGIA a metales.